Francisco Javier González: "En Semana Santa la liturgia está por delante de las procesiones&quo
- Enrique García Tejerizo
- 18 may 2017
- 7 Min. de lectura
Pocos hermanos mayores pueden presumir de ser vecinos casi 'puerta con puerta' de la Imagen Titular de su hermandad. Francisco Javier González Domínguez contempla todos los días desde su casa los muros que guardan la talla que, según la tradición y la leyenda, acompañó a los Reyes Católicos en sus campañas bélicas y que, por las vicisitudes de la Historia, acabó en el siglo XIX en la capilla de la Anunciación bajo la custodia de las Religiosas Misioneras de Santo Domingo.
Miembro desde hace más de treinta años de la Hermandad del Santísimo Cristo de las Batallas, Paco -como le conoce casi todo el mundo- fue elegido hermano mayor en 2013 y el pasado mes de abril, reelegido por el Cabildo Mayor para continuar la tarea que hace 65 años iniciaron aquellos excombatientes y militares en activo reunidos en torno al Nazareno con la Cruz al hombro.
De 59 años y trabajador de la Junta de Castilla y León, tiene clara la línea que ha de seguir su Hermandad para no perder las señas de identidad que inspiraron su fundación: sobriedad, silencio y disciplina.
Pregunta: ¿Cómo se ha desarrollado la Semana Santa 2017 para su Hermandad?
Respuesta: Este año el balance sólo puede ser positivo, fundamentalmente porque el tiempo ha acompañado. Las procesiones en general y las nuestras en particular han estado muy concurridas de público. Eso sí, hemos tenido un ligero descenso en el número de capuchones, no sabemos muy bien por qué. Lo he comentado con miembros de otras hermandades y también les ha pasado. En nuestro caso, puede ser que la extraordinaria meteorología haya provocado que algunos hermanos se hayan ido fuera de vacaciones, o que el Real Madrid jugase partido de Copa de Europa la noche del Miércoles Santo. Sí hemos contado unos cincuenta penitentes menos en la procesión que sale de San Pedro. En la de la Madrugada del Jueves Santo el número ha sido similar al de otros años.
P: Ha completado su primer mandato como hermano mayor y acaba de ser reelegido para un segundo, ¿en qué momento se encuentra la Hermandad?
R: Estamos en un buen momento. Hay que tener en cuenta que llevamos cuatro años de transición entre el largo mandato de Julián Jesús Sánchez, nuestro querido hermano mayor de Honor, y esta nueva etapa nuestra. En cualquier caso, en la Hermandad tenemos muy claro que lo principal es mantener una continuidad desde la fundación, se trata de seguir siempre la misma línea. Se intenta mejorar, pero sin salirse de las pautas y las señas que nos identifican. Es algo que todos los hermanos tienen muy asumido y se vive con naturalidad.
P: Hablando de mejorar, aunque sea sin perder las señas de identidad, ¿cómo puede mejorar la cofradía en la calle?
R: Pues no lo sé. Hay detalles o situaciones que surgen de año en año y que te llevan a aprender y a acumular experiencia para el futuro, pero mejorar, mejorar, no sé. Por poner un ejemplo, este año ha hecho tan buen tiempo que en la procesión de la Madrugada nos recreamos un poco y a muchos hermanos se les agotó la antorcha, pues eran un poco cortas.
De todos modos, siempre tengo en mente lo que dijo don José Muñoz Luengo [sacerdote que impulsó en 1952 la fundación de la Hermandad] cuando fuimos a presentarle el borrador de los Estatutos actualmente en vigor, allá por el 2004. Estaba ya bastante enfermo en la residencia sacerdotal y nos dijo: "Haced las modificaciones que haya que hacer acordes a los tiempos, pero el espíritu original mantenedlo siempre o se acabará la Hermandad". Por eso mi idea es conservar lo que somos y nuestros rasgos. Hace un tiempo alguien propuso cambiar el cordón rojo que nos identifica por una medalla como la de otras hermandades; o hace años, cuando la Semana Santa de Ávila resurgió, se sugirió que saliésemos con banda de cornetas y tambores. Son cambios demasiado sustanciales, que cambiarían el espíritu que todos conocemos.

P: Este año han estrenado la restauración de los faldones de la carroza de la talla moderna del Señor.
R: Sí, y además hemos realizado otras actuaciones para mantener lo que tenemos: pintado de las tres cruces de penitentes, de la Cruz de Guía, los faroles, los hachones… Los faldones estaban muy mal, con hilos de oro rotos, perlas caídas... necesitaban restaurarse. También hemos adquirido una nueva Vara de hermano mayor y dos más de procesión que fueron bendecidas antes de la salida del Miércoles Santo. Y hemos adquirido mobiliario para la sala que las Madres Dominicas nos dejan en Mosén Rubí, donde guardamos nuestros enseres.
P: ¿Alguna vez se han planteado sacar a hombros la Imagen moderna del Señor?
R: En serio, no. Se ha dicho, creo que incluso en alguna Asamblea, pero no se ha estudiado de verdad. Personalmente lo veo difícil.
P: Desde 1989 celebran sus dos estaciones de penitencia con una diferencia de apenas unas horas. ¿Se echa de menos el chocolate de Piquío?
R: ¡Claro que se echa de menos! Aquella tradición de tomar el chocolate en Piquío venía de los inicios de la Hermandad: los hermanos tenían un cartón con su número y después de la procesión, que entonces sólo era una, la de las 11 de la noche del Miércoles Santo, iban a aquel restaurante y les daban un chocolate con churros. A raíz de celebrar las dos procesiones se siguió haciendo unos años. Cuando cerró Piquío se miró algún otro lugar para mantener la costumbre, pero no cuajó y se dejó de realizar.
P: ¿Cómo es la implicación de los hermanos en el día a día de la Hermandad?
R: En esto nos pasa un poco a todos lo mismo. Una gran parte de los miembros de las hermandades, como sucede en la nuestra, no se implica mucho en las asambleas, en los órganos que toman las decisiones. Eso sí, a la hora de responder a llamamientos y realizar los cultos, sí se nota una buena respuesta en general.
P: Y la labor asistencial o caritativa de su corporación, ¿cómo se desarrolla?
R: Colaboramos económicamente con la Bolsa de Caridad de la parroquia de San Pedro Apóstol y realizamos donativos a las Madres Dominicas de Mosén Rubí. Una parte del cepillo del Triduo de septiembre también se suele destinar a las monjas. No son actuaciones a las que nos guste dar publicidad.

P: Es evidente que en las últimas décadas la Semana Santa ha cambiado mucho. Tras conseguir la declaración de Interés Turístico Internacional en 2014, ¿qué momento atraviesa la Semana Mayor abulense?
R: Se nota que las hermandades intentan que cada vez sea mejor, lo que queda refrendado porque cada vez hay más gente en Ávila esos días. Turísticamente la Semana Santa tira más que otras fiestas o puentes. Hablando con algunos hosteleros me comentaban que el reciente puente de mayo, con la Fiesta del Trabajo y San Segundo cayendo en lunes y martes, y suponiendo cuatro días libres seguidos, ha tenido menos visitantes que la Semana Santa. No quiere decir que no haya venido gente estos últimos días, pero en Semana Santa los visitantes vienen, además de por la ciudad en sí, por los actos que las cofradías realizamos.
P: Cabe esperar, por tanto, que los empresarios apoyen a las entidades que organizan los actos que contribuyen a llenar de clientes sus establecimientos.
R: Pues lamentablemente la implicación es nula. Algún empresario, a nivel particular, pero la colaboración es mínima para el volumen de gente que visita la Ávila en Semana Santa.
P: Es un asunto que estamos tratando -o vamos a tratar- con prácticamente todos los responsables de las hermandades: ¿qué opinión le merece el brusco descenso en el número de procesiones que se produce a partir del Jueves Santo por la tarde con respecto a la cantidad de desfiles que hay de Viernes de Dolores a la Madrugada del Jueves Santo?
R: No tenemos que olvidar nunca el sentido religioso de la Semana Santa. El sentido litúrgico. Durante el Jueves Santo y el Viernes Santo se celebran los Oficios y hay que respetarlos. El Triduo Pascual es lo primordial y las procesiones deben pasar a un segundo plano. En Semana Santa la liturgia está por delante de las procesiones.
P: En las próximas semanas se abrirá el proceso electoral para escoger nueva directiva de la Junta de Semana Santa, ¿qué línea debería seguir esta institución a partir de ahora?
R: Sea quien sea el nuevo presidente, considero que debería haber una cierta continuidad.
P: Quizá estemos a las puertas de una nueva etapa de retos y proyectos para la Semana Santa abulense. Uno de los posibles 'buques insignia' sería el Museo, como dijo Emilio Iglesias aquí hace unos días. ¿Qué sabe de este asunto?
R: Casi nada. Se habla ya desde hace muchos años, pero es difícil concretar.
P: Y sobre la posibilidad de realizar estación de penitencia en el interior de la Catedral o implantar un recorrido oficial por el que pasasen todas las cofradías, ¿qué opinión tiene?
R: Me parecería muy bien, fenomenal, que pudiéramos hacer estación de penitencia en la Catedral, y digo la Catedral por ser la 'iglesia madre' no sólo de la ciudad, sino de toda la Diócesis.
Lo del recorrido oficial también me parece positivo, pero hay otros condicionantes que no sé hasta qué punto lo hacen más complicado.
EL REDOBLE DE… FRANCISCO JAVIER GONZÁLEZ:
El instante de su Semana Santa: La Vigilia Pascual.
Un recuerdo de la Semana Santa: Cuando la talla histórica del Señor volvió a salir de Mosén Rubí en la Madrugada del Jueves Santo, el 23 de marzo de 1989.
Un deseo para el futuro de la Semana Santa: Que los abulenses seamos cada vez más conscientes de lo que significa la Semana Santa y lo que se ha conseguido.
Una Sagrada Imagen que no sea la de su cofradía: El Cristo de los Ajusticiados.
Una jornada de la Semana Santa que no sean en las que sale su Hermandad: Me quedo con el Vía Crucis de la Madrugada del Viernes Santo.
Un lugar de Ávila para ver las procesiones: El paseo del Rastro.
Si sólo pudiera elegir uno, ¿silencio o música en las procesiones?: Silencio.
Una Semana Santa que no sea la de Ávila: La verdad es que no recuerdo la última vez que no estuve en Ávila en Semana Santa. Siempre la paso aquí. Si me preguntas cuál me gustaría ver, te diría que la procesión de la Virgen de la Esperanza de Málaga por la vinculación castrense que esa hermandad tiene, como la nuestra, con el Cuerpo de Intendencia.